MATEMATICAMENTE

¿QUÉ APRENDEMOS CUANDO APRENDEMOS MATEMÁTICA?

Quiero transcribirles un cuento, escrito por Liliana Saidón, directora del Centro Babbage y a quién tuve el gusto de traer a nuestro colegio para darnos un curso para docentes sobre el uso de la tecnología en la enseñanza de la geometría. Este cuento es la introducción del primer capítulo de su libro "Haciendo Geometría 1" y dice así: Durante una de las tantas improvisadas "clases" que iba dando al pasar mientras cocinaba y alguna de sus nietas la acompañaba, escuché a mi abuela retar a mi prima menor que, desoyéndola, había intentado revolver el "chuño" con la cuchara que tenía más cerca: -Pero... ¡así vas a quemarte! Te dije que buscaras y usaras el cucharón de madera, ¿por qué no me hacés caso? ¿No ves que ésta es corta y deja tu mano cerca del vapor que sube y encima, el calor trepa bien alto y rápido por el metal y te marca la piel a rojo?Al rato, frente al encargo de disover fécula de maíz en leche, la ayudante pone una medida en una taza y le agrega leche caliente. Como una de las primeras reglas que se aprenden en la cocina es que con fécula debe usarse leche fría porque con la caliente se apelmaza, esperaba oír nuevos reproches. -Mirá, como siempre se me hacen grumos y tardo un montón en deshacerlos, esta vez quise probar con leche caliente y...Sin darle tiempo de terminar su justificación, la abuela coló el menjunje para tirar el masacote y recomendarle: -Los grumos de deshacen con paciencia. Este pringote no tiene remedio. La fécula debe disolverse siempre en frío.Cuando más tarde la pregunté por qué tanto rezongo por la cuchara y ninguno por la mezcla arruinada, calló un momento antes de empezar una explicación que se fue afilando en intensidad mientras doblaba su servilleta: -Una cosa es que, de haragana, la niña no vaya a buscar el cucharón y use nomás lo que tiene más cerca, sin ver que puede lastimarse. Otra, es que se anime a probar algo que de ella salió. Eso, no quise echárselo en cara porque de ese afán se hacen las buenas cocineras."De ese afán"... No necesité ponerle palabras a lo que entendí. No sé si podría. A lo sumo, reformular: "la misma fuerza que la llevó a intentar caminos alternativos más allá de los resultados, la misma que la guió a probar nuevas estrategias para resolver un problema, esa, pero reencauzada en otra dirección, no anulada, es la del empuje de los buenos... ¿cocineros?".Quise comenzar con este cuento, porque creo que todos podemos "sacar los grumos con paciencia" y animarnos buscar caminos alternativos, para conocer un poco más. A todos mis alumnos les digo: ANIMENSE y manos a la obra.